domingo, 3 de marzo de 2013

REGION COSTA



TURISMO

En el litoral ecuatoriano se encuentran cinco (Esmeraldas, Manabí, Guayas, Los Ríos y El Oro) de las 22 provincias del país. De norte a sur presenta hermosas playas que ofrecen descanso y diversión, y cuentan con una importante infraestructura hotelera. Esta región se caracteriza por un clima cálido y seco al sur, y tropical húmedo al norte. Varios Parques Nacionales son los que forman parte de esta región, entre los cuales destacamos el Parque Nacional Machalilla y Manglares-Churute, los cuales ofrecen la posibilidad de realizar ecoturismo. En Guayaquil, el puerto principal, se encuentra el aeropuerto internacional José Joaquin Olmedo.La llamada Costa Azul ecuatoriana ofrece hermosos balnearios con extraordinarias playas, límpidas arenas y brillante sol, que permiten al turista gozar de un clima agradable, de deportes acuáticos, de incomparable pesca y de toda clase de entretenimientos en confortables hoteles.Los balnearios del Ecuador brindan todas las comodidades de vivienda y turismo. Salinas, Ayangue, Puerto López, Súa, Manta, Bahía de Caráquez, Esmeraldas, Playas, entre otros, son de gran seguridad.Continuando con ahora si con los atractivos de esta región del Ecuador, empezaremos por ir nombrando los atractivos turisticos de cada una de las provincias, empezando en orden descendente, es decir, desde Esmeraldas, la provincia verde del Ecuador, hasta El Oro.



FLORA

La vegetación varia notablemente y se observan asociaciones que van desde las sabanas xerófilas hasta la selva pluvial. A este panorama general, que corresponde a las variaciones ya observadas desde algunos parajes semidesérticos de la Costa hasta el ambiente ecuatorial húmedo del Oriente, se deben añadir los contrastes derivados de las diversas alturas del terreno, sobre todo en la Sierra, hasta llegar a los "pajonales" de los páramos y a la ausencia de vegetación en las cimas.En el sector septentrional de la Costa -Esmeraldas y el norte de Manabí- las copiosas lluvias favorecen el desarrollo de frondosas selvas tropicales, dentro de las cuales se aprecian árboles de maderas finas, árboles de caucho, ceibos (lana vegetal), tagua (marfil vegetal), banano, fibras como las de abacá y toquilla, utilizada esta última para elaborar sombreros que reciben buena acogida en los mercados exteriores. Las planicies de la cuenca del Guayas son aún más fértiles por estar expuestas a inundaciones y se explotan para pastos, que sostienen una apreciable riqueza ganadera, y para cultivos de arroz -elemento básico de la alimentación-, de algodón, cacao, banano, etc. Avanzando en dirección meridional y también hacia la península de Santa Elena, la escasez de las lluvias es causa de que sobre los relieves más acentuados sólo se aprecien bosques de hoja caduca, entre los cuales hay sabanas de yerbas durísimas. Sin embargo, el riego artificial y el uso de otros medios, ha tornado factible que en la provincia de El Oro, con la que se cierra por el sur la Costa, surjan enormes plantaciones de banano, fruta que en su mayor parte se destina a la exportación.Los bosques cubren los flancos de la cordillera, hasta los 2.000 m de altitud aproximadamente. Después se encuentran los niveles que corresponden a las "hoyas" interiores templadas, que se muestran aptas para la subsistencia de ganado productor de leche y para cultivo de maíz, algunos frutales, trigo, patata, sí bien toda la región acusa los graves estragos de la erosión. Más arriba se llega a los páramos cubiertos de yerbas y matorrales, a los que luego sustituyen los "pajonales", gramíneas conocidas localmente bajo el nombre de "paja" , que ofrecen alimento para el ganado.


 FAUNA

La costa ejerce una atracción casi mágica en la agobiada gente de ciudad de nuestro tiempo. Hay distintas profundidades del agua, cuyo nivel cambia siguiendo el ritmo de las mareas, y en las desembocaduras de los grandes ríos se producen transiciones oscilantes entre agua salada del mar y la dulce de las aguas procedentes de tierra adentro. Donde hay mucha y rica vegetación abundan también las especies zoológicas. En cambio, las playas arenosas recuerdan al desierto en su aspecto biológico. Y sin embargo, quien pasea por una playa encuentra también vida y huellas de vida a cada paso: las plantas pioneras de las dunas contiguas, algas, cáscaras de moluscos y otros organismos del mar o restos suyos en la franja donde mueren las olas y muchas aves alrededor de esa bonanza. Por ese motivo aparecen plantas y animales en un solo volumen, una excepción dentro de esta serie de guías de naturaleza.


Esta magnífica colección, todo un clásico en el ámbito del trabajo de campo, ha sido especialmente concebida para satisfacer el creciente interés que experimenta nuestra sociedad por el conocimiento de la naturaleza. En ella se hallan de manera exhaustiva todos aquellos temas vinculados con el entorno de prácticamente cualquier especie vegetal o animal. Las Guías de Naturaleza Blume constituyen una fuente de información sorprendente y están totalmente ilustradas con bellas fotografías tomadas directamente sobre el terreno de investigación. Minuciosas descripciones, detalles interesantes sobre costumbres, determinación del hábitat, incidencias en el entorno y datos generales de interés científico convierten a estas guías en rigurosos trabajos de campo.

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